Clara Schlickmann no reniega de la medicina convencional (“alopática”, según el término que ella utiliza), pero cree que, en muchos casos, lo apropiado es combinarla con técnicas naturales y con nuevas corrientes que exploran la interrelación entre psicología y bienestar físico. A partir de estas premisas, Schlickmann desarrolló la Terapia de Desbloqueo de Nudos Musculares, tras experimentar en carne propia el poder curativo del “biomagnetismo”. Como Vedruna, se reconoce en la “intuición natural de cuidar y curar a los enfermos, por amor total”, de Joaquina.
¿Por qué debemos celebrar este 7 de abril el Día Mundial de la Salud?
El Día Mundial de la Salud, es una fecha creada en 1948, por la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo es sensibilizar a la población sobre temas serios y relevantes, como la construcción de políticas públicas encaminadas al bienestar de la población. Necesitamos aprender a cuidarnos y a estar informados de nuestros derechos con relación a la salud. El tema propuesto para este año 2024 es “Mi salud, mi derecho”.
“Salud integrativa”, masoterapia, reiki… son cuestiones que no encajan en la noción de medicina que tiene la comunidad científica. Probablemente, también influye una visión negativa por todo tipo de fraudes cometidos por personas que prometen soluciones milagrosas e imposibles. Conociendo estas y muchas otras objeciones, ¿por qué defiendes tú estas visiones de la medicina alternativas?
La salud integrativa consiste en integrar dos visiones científicas: la alopatía y la cuántica. Actualmente, se están creando nuevas posibilidades de intervención terapéutica entre ambos enfoques científicos. En términos generales, la alopatía se considera un sistema terapéutico que trata patologías, a través de medicamentos, con acciones específicas sobre los síntomas. La visión de la nueva ciencia considera toda la información y vibración del campo cuántico en los organismos. Su proceso de análisis y tratamiento es anterior a cualquier patología instalada y sus síntomas. Esto considera toda la toxicidad celular, donde un organismo intoxicado es una puerta abierta para que patógenos (bacterias, virus, hongos, parásitos) proliferen rápidamente. Estos patógenos forman comunidades perfectas donde se sostienen y son apoyados, atacando al organismo humano, desarrollando nuevas patologías. La intervención de la nueva ciencia tiene finalidad preventiva, para que la humanidad tenga mejor calidad de salud. Además, es necesario considerar el campo de las emociones: si estas son negativas, provocadas por el sufrimiento psicológico a lo largo de la historia de vida, dejan el PH extremadamente ácido en algunas partes del cuerpo, y en otras extremadamente alcalino, provocando disfunciones en el organismo, propenso a nuevas patologías.
En el área cuántica, se trata de limpiar o mejor, desintoxicar el organismo celular de metales pesados, agrotóxicos, pesticidas, aflatoxinas, matar patógenos, corregir PH, eliminar toxicidades emocionales de las células, reprogramar emociones negativas, creencias limitantes, mente negativa y su campo vibratorio, etc. En el área cuántica contamos con terapias naturales que ayudan, como el reiki, el biomagnetismo, la bioenergética, los remedios florales, las constelaciones familiares, las masoterapia, las manos sin fronteras, la reprogramación bioenergética y biomagnética aplicada, la psicoterapia, etc.
¿Todo esto que cuentas tiene algún tipo de reconocimiento oficial?
En Brasil, muchas terapias naturales están aprobadas por ley y se ofrecen en el SUS – Sistema Único de Salud. Todas las terapias naturales son integrativas y al ser aplicadas ayudan a modificar el campo vibratorio de los sistemas físico, emocional, mental y espiritual, ayudando a la persona a recuperar la salud.
Destaco la gran importancia que tiene una mente positiva en el proceso de curación de una patología. Cuando una persona cambia la frecuencia de la mente, es decir, su pensamiento negativo a positivo, su SPIN gira en el sentido de las agujas del reloj, llevando energía de luz en hertz para todo su organismo celular, oxigenando los sistemas del cuerpo físico, devolviendo la salud. En definitiva, en mi opinión, las dos ciencias necesitan unirse, en el gran aporte que cada una tiene a la curación de la humanidad. La dificultad radica en las políticas nacionales e internacionales.
¿Cuál ha sido tu experiencia personal con este tipo de corrientes alternativas? ¿Cómo se puede explicar que una religiosa Vedruna se convirtiera en una especialista de referencia?
Mi experiencia personal con las terapias integrativas fue de grandes búsquedas del camino recorrido. Trabajé durante mucho tiempo en la formación de jóvenes, en la catequesis en parroquias, en el seguimiento de quienes se formaban para la vida consagrada Vedruna. En 1998 me gradué en Filosofía, enseñé en Secundaria durante un año, fue para mí como una pesadilla. Al no encontrarme a mí misma en esta zona, me lancé a buscar nuevos caminos que tuvieran sentido para mi existencia. En el año 2008 realicé un curso técnico en masoterapia, en lo cual me encontré profundamente, pues ya estaba liberando la restricción del dolor muscular, por intuición en las personas que lo pedían. Ni siquiera yo sabía cómo sucedía, pero el dolor mejoraba. Durante la terapia de masaje sentí la necesidad de comprender el sufrimiento psicológico, ese dolor en el alma humana, que se somatiza en forma de dolor en el cuerpo físico. En 2013 terminé la carrera de Psicología, lo que me brindó un gran arsenal de herramientas para comprender la mente humana y sus complejos emocionales, somatizados y activados en el cuerpo físico, emocional, mental y espiritual. Esta carrera me dio la posibilidad de ayudar a las personas a darle un nuevo significado a sus historias. Despacio, empecé a comprender que el dolor físico es un proceso de somatización a lo largo de la vida, desde la concepción hasta la actualidad. En 2013 descubrí la terapia de biomagnetismo y ¡me enamoré!
¿Cómo fue ese descubrimiento?
Tuve un diagnóstico de depresión y bipolar, el cual me traté durante 9 años, sin poder dejar de tomar la medicación. Por medio de varias sesiones de tratamiento de biomagnetismo, logré corregir la disfunción del PH, sintiéndome animada y sin síntomas. Alrededor de un mes después de haber aplicado la terapia, la psiquiatra decidió suspender la medicación y dejarme en observación. Para mi gran sorpresa, logré deshacerme por completo de los síntomas depresivos y de los cambios de humor (ya había intentado dejar la medicación tres veces y los síntomas regresaban y en consecuencia tenía que volver a la medicación). Logré mantenerme muy estable con el tratamiento de biomagnetismo. Por tanto, han pasado once años desde que tuve síntomas depresivos y cambios de humor. Es importante resaltar que, para el trastorno bipolar, en la medicina alopática, no existe cura. Soy prueba viviente de este tratamiento de pares biomagnéticos, descubierto por el Dr. Isaac Góis Durán, mexicano. En 2014 estudié un posgrado en Física Cuántica y Salud. Ese estudio completó mi búsqueda de ayuda de mayor calidad en terapias integrativas. En este curso logré elaborar un método que ayuda a desbloquear restricciones musculares y dolores; esto lo he estado desarrollando intuitivamente, en la práctica, y estudiando sus bases científicas en neurociencia y psicología. A esta terapia la llamé TEDNOMUS, Terapia de Desbloqueo de Nudos Musculares.
¿Terapia de Desbloqueo de Nudos Musculares?
Desde el año 2020 la patente está aprobada, dándome así la posibilidad de impartir cursos, formar nuevos terapeutas, con calificación profesional de terapia de masaje. En 2019 participé en un curso sobre “Técnica de reprogramación biomagnética y bioenergética aplicada” en el área de kinesiología. Esta técnica me abrió nuevos horizontes de tratamientos. Me dio la profundidad y la posibilidad de investigar en el campo de información de cada ser. Porque en nuestro ADN están todos los registros de sufrimiento pasado que nos impiden estar libres de nuestros conflictos, ya sean emocionales, mentales, espirituales o físicos. Tener la posibilidad de preguntar al cuerpo de la persona atendida en el ámbito informativo… ¿Hay conflicto? Y el cuerpo responde acortando o enderezando la pierna derecha, de acuerdo a la polaridad con la que cada persona es constituida. Estos conflictos pueden ser: dolor, emociones, sensaciones, patologías, creencias limitantes.… Puedo reprogramarlos. Eliminar esta información le da una inmensa ligereza a la vida.
No me considero una experta en el área, pero veo grandes resultados en estos tratamientos utilizando técnicas naturales que se combinan con tratamientos alopáticos, por eso se llaman integrativos. No debe ser ni lo uno ni lo otro, sino que hay que valorar cada caso en particular, los procedimientos y las predicciones de resultados.
¿Cómo conectas todo esto con tu carisma Vedruna?
Joaquina de Vedruna tuvo esta intuición natural de cuidar y curar a los enfermos, por amor total. Yo llevo dentro de mí la fuerza de su carisma, este amor apasionado por la vida humana. Llevo en mi sangre cultural y en mi linaje materno indígena este don natural de amar sin medida. Cuando descubrí en Joaquina este don de sanación en el amor incondicional de Cristo, me identifiqué profundamente. Puedo decir que su don resuena hasta el día de hoy atrayendo a gente a su carismático seguimiento.
En gran parte del planeta la salud se ha convertido en un producto, un objeto de compra y venta, una visión completamente alejada de la idea de la medicina tradicional. ¿Qué cree que está en manos de los ciudadanos para impulsar una medicina y una sociedad con unos cuidados más justos?
En mi opinión, la gran mayoría de nosotros vivimos en sociedades capitalistas, donde los valores humanos y sociales necesitan ser rescatados. El capital en manos y control de unos pocos, embrutece las sociedades actuales hasta el punto de creer que son dueños del mundo. Quieren reducir la población planetaria con fuerzas violentas como guerras, epidemias, catástrofes, como si la vida humana en esta tierra no valiera nada. Este pequeño grupo mundial quiere determinar la vida en el planeta. Creo que depende de nosotros tomar conciencia de este mal y no añadir fuerza mental de destrucción a través de la revuelta. Nuestra misión es rescatar la vida de la humanidad en todos los espacios y entornos donde operamos.
Joaquina de Vedruna nos insta, cuando trabajamos en atención al público, a mirar a las personas, como un montón de brasas apagadas, y que cada una se imaginara a Jesús diciéndoles: “Mirad este carbón, tenéis que encenderlo, si quieres darme gloria; si me amas de verdad, Te ayudaré” (Nonell II, pág.169). Joaquina intuye una visión ecológica integral, a través del poder positivo de la mente, de la fe, del amor incondicional, capaz de restaurar vidas y estimular el potencial del ser.