El 3 de noviembre la familia Vedruna nos reunimos en torno a la mesa del altar para agradecer y celebrar 90 años de presencia Vedruna en Uruguay.
Las Hermanas llegaron a Uruguay en 1934, y el 4 de marzo del mismo año se hicieron cargo del Colegio Santa Elena ubicado en la Calle Rivera. Con una hermosa y conmovedora ceremonia se instaló la nueva Comunidad de Hermanas en el lugar.
En 1950 se amplió su presencia, haciéndose realidad el proyecto iniciado por Joaquina de Vedruna y el deseo de “alargar sus brazos y abrazar las necesidades de todos los pueblos”. Las Hermanas, en su afán evangelizador, viajaban en tranvía a una zona llamada Chacarita para colaborar en la catequesis. Allí funcionaba el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, creado y dirigido desde 1902 por la Asociación de Señoritas católicas. Dos años más tarde se hicieron cargo de la dirección y se fueron a vivir en el precario Colegio. En 1962 se realizó la transferencia a la Asociación Carmelitas de la Caridad Vedruna.
Y así fue como el Carisma Vedruna llegó a nuestro país. La semilla que echó raíces en España comenzó a dar frutos en nuestra tierra: Montevideo, Treinta y Tres, Melo y Noblia.
Actualmente hay presencia de Hermanas en Montevideo y en Melo. En Noblia, el Carisma sigue latiendo por medio del Laicado Vedruna.
Esa espiritualidad que tocó nuestro suelo uruguayo, hoy toca y actúa en nuestro corazón, y sigue iluminando muchos caminos con fortaleza, diligencia, perseverancia, caridad, en el plan que DIOS AMOR diseñó para Joaquina y sus seguidores.
Damos gracias a Dios por Joaquina, por la Congregación, por toda la Comunidad Vedruna que luchó y lucha constantemente por ser fieles a Jesús, al carisma Vedruna, a la identidad y principios que vienen desde Santa Joaquina:
Trabajar para agradar a Dios en el bien al prójimo.
Marianela Lioret, LV
