Un llamado a la Vida: encuentro de jóvenes de la Parroquia de Carnaubeira da Penha

Este 9 de agosto en Aldea Quixaba, Sector San Marcos, se llevó a cabo el primer encuentro de los sectores juveniles del año 2025, con la participación de cuatro grupos de distintos sectores. El tema central fue: “Un Llamado a la Vida”.

El encuentro comenzó con una oración, invocando la luz del Espíritu Santo a través de un mantra. A cada participante se le entregó una vela encendida, como símbolo de la luz de Cristo que permanece en nosotros por medio del Espíritu. Luego, se hizo la señal de la cruz, recordando que la Santísima Trinidad siempre está en medio de nosotros. Durante el momento litúrgico, se proclamó el Evangelio del día y se realizó una reflexión dirigida a cada joven presente. Se enfatizó que cada uno ha sido llamado por Dios y que aceptar este llamado es seguir a Cristo y su propósito: anunciar el Evangelio a todos. También se recordaron los grupos invitados y aquellas personas que aún no han desarrollado la sensibilidad necesaria para reconocer el llamado divino. (“La decisión es tuya. Muchos son los invitados, pero casi nadie tiene tiempo”)

En la segunda parte del encuentro se profundizó el tema “Un Llamado a la Vida”. Se reflexionó sobre cómo Dios nos llama porque nos ama, y su amor no tiene límites: es capaz de sanar, alimentar el alma y transformar vidas. Para ayudar en la meditación, se escuchó la canción “Un Amor Mayor” del grupo Jota Quest.

Se utilizaron los textos de Jeremías 1,5. Gálatas 1,15-16 y Marcos 1,16-20. 3,13-19. A partir de ellos se hizo un trabajo en pequeños grupos para leer las Escrituras y compartir sus respuestas. Surgieron reflexiones como:

  • Ser un joven con espíritu joven para seguir a Jesús, ser siervo de Dios para predicar el Evangelio, hacer siempre el bien sin mirar a quién, ser profeta entre las naciones y anunciador de buenas noticias.
  • Ser un buen profesional para, como Jesús, ayudar a quienes más lo necesitan.
  • Seguir el camino de Cristo, rodearse de personas con los mismos ideales de crecimiento personal y espiritual, y convertirse en alguien de bien, temeroso de Dios.
  • Tener fe, elegir el camino correcto, reconocer el llamado de Dios en nuestras vidas, invitar a otros a caminar juntos, anunciar el Evangelio de Cristo y servir al prójimo.

Al final varios jóvenes compartieron espontáneamente sus experiencias personales, momentos en que se sintieron llamados por Dios, y las gracias recibidas a través de la oración y de la vida en comunidad.

Para concluir, se entonó el canto “El Profeta” y la canción del Padre Fábio de Melo “Dios Cuida de mí”, seguida de la oración final.

Hna. Margarida Franz, ccv