“En la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social.” (Papa Francisco en el vídeo mensaje dirigido a los participantes del «Pacto Educativo Global» en octubre de 2020)
En un mundo atravesado por conflictos, desigualdades y la incertidumbre que marcan el presente, la figura del docente se levanta como un faro de esperanza. Cada día, en las aulas de nuestros colegios Vedruna en América, educadores y educadoras abrazan con convicción la misión de acompañar a niños, niñas y adolescentes, iluminando sus caminos con valores, conocimiento y ternura.

La educación Vedruna no se limita a transmitir contenidos. Su esencia está en acompañar a las familias, caminar con ellas y ser protagonistas activos de la sociedad. Inspirados en la espiritualidad y el legado de Santa Joaquina de Vedruna, nuestros colegios buscan dar respuesta a una educación integral que forma personas críticas, sensibles y comprometidas con la transformación de su realidad y de la sociedad en la que están insertas.
Una docencia que transforma
Ser docente hoy implica mucho más que enseñar; significa creer en la posibilidad de cambio. En un tiempo donde la violencia, la exclusión y la desconfianza parecen multiplicarse, nuestros educadores y educadoras apuestan por la vida, sembrando semillas de paz, justicia y solidaridad en cada estudiante, creyendo en ellos y abriendo espacios de crecimiento.
La formación y el carisma Vedruna está empeñado en preparar a los ciudadanos del mañana con mirada amplia, capaces de reconocer los desafíos sociales, políticos y culturales de su entorno, y de responder a ellos desde un sentido crítico y positivo. El aula se convierte en un espacio de diálogo y democracia, de construcción colectiva y de sueños compartidos.
Inspirar desde la esperanza
Los valores heredados de Santa Joaquina de Vedruna nos recuerdan que la educación es también un acto de fe en la humanidad. Cada docente es sembrador de esperanza, capaz de inspirar a las nuevas generaciones para que no sólo aprendan, sino que también se comprometan con los procesos sociales y políticos de su tiempo.
En cada rincón de América, los colegios Vedruna laten con una misma convicción: la docencia es un servicio que transforma, que acompaña y que inspira a los jóvenes a ser ciudadanos críticos, constructores de paz y protagonistas de un futuro más humano y solidario.
En este mes en que se recuerda y celebra la labor docente, desde América enviamos un afectuoso saludo a todas y todos los educadores que cada día entregan lo mejor de sí en los Centros Educativos Vedruna.
Queremos animarlos a mantener la fe en su vocación y la esperanza en el trabajo diario “bien hecho”, seguros de que su entrega está sembrando las semillas que darán fruto en mejores seres humanos, capaces de construir un mundo más justo y lleno de aquello que más necesitamos: humanidad
Prof. María Rubilar Silva, Colegio Santa Joaquina de Vedruna – Puente Alto – Chile