“Somos parte de un todo, la Tierra no nos pertenece, sino que es un don compartido, una casa común que debemos proteger con ternura y compromiso”
Durante el Mes de la Creación, que vivenciamos desde el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre, desde el continente americano nos unimos como Familia Vedruna a una invitación profunda: contemplar, agradecer y cuidar la obra de Dios.
Este tiempo especial nos recuerda que somos parte de un todo, que la Tierra no nos pertenece, sino que es un don compartido, una casa común que debemos proteger con ternura y compromiso.
Inspirados en el carisma de Joaquina, sentimos que cuidar la creación es también una forma de amar concretamente. En cada gesto cotidiano —reciclar, reducir el consumo, respetar la vida en todas sus formas— hacemos visible esa espiritualidad encarnada que busca transformar el mundo desde la sencillez y la compasión.

El lema de este año nos invita a “esperar y actuar con esperanza”, reconociendo que cada pequeño cambio puede abrir caminos de vida. Este mes fue para nuestras comunidades un tiempo de reflexión, de oración y de acción: un compromiso alegre con la justicia, la paz y el cuidado de la Tierra.
Y se manifestó en gestos concretos, como el de las Hermanas Vedruna de Brasil, que a un encuentro de comunidades eclesiásticas (del 24 al 26 de septiembre) en Belo Horizonte llevaron semillas de clavo de India de la planta de su comunidad para repartir entre los participantes (hermanas y sacerdotes). La idea fue que quienes quisieran se lleven ese presente para plantarlo en sus comunidades y que así los frutos se multipliquen.
En Puente Alto (Chile), se recibió al “Proyecto Aguas: tu agua, mí agua, nuestro futuro”, en el que las alumnas del colegio pudieron aprender más sobre la importancia del agua, su cuidado y cómo se contamina.
Desde República Dominicana, uno de los docentes de nuestros establecimientos Vedruna, nos deleitó con imágenes de su planta de palta invitándonos a cuidar el medio ambiente.
En tanto que, en Argentina, desde el Colegio Nuestra Señora del Carmen, los niños del nivel Inicial trabajaron en el proyecto “Bichos y Bichitos”, buscando insectos en el patio de la institución y llevando desde sus casas para empezar a conocer más sobre los pequeños animalitos y su importancia para el planeta y su normal desarrollo. En el nivel secundario, los chicos del 2º año, trabajaron en un proyecto de compost, un proceso en el que se transforman residuos orgánicos (restos de comida, hojas, ramas) en un abono natural rico en nutrientes para la tierra.
El 4 de octubre el santoral celebró a San Francisco de Asís, quien nos enseñó que cuidar nuestra casa común es parte de nuestra fe. Como Familia Vedruna pedimos que nuestras oraciones, celebraciones y acciones permitan al Espíritu de Dios hacer florecer el desierto, y que seamos verdaderamente ‘semillas de paz y esperanza’ para nuestro mundo herido.
Francisco Jáuregui, Comunicación, Profecía y Cuidado de la Creación VedrunAmérica