“La mies es mucha y los obreros pocos”, llamado urgente a embarcarnos en  la formación vocacional

La Iglesia en Brasil celebra, este año de 2023, el IIIer Año Vocacional, con el tema: “pueblo de convocados”.

En Carnaubeira da Penha, Estado de Pernambuco, hay diversas actividades relacionadas con este evento, dinamizadas por la parroquia, a la que pertenece la Comunidad Vedruna. La Hermana María del Socorro Vieira, juniora procedente de esta zona, hará a finales de agosto, en esta Parroquia, sus Votos Perpetuos. Ya empieza a haber toda una preparación orientada hacia esta profesión, integrando este acontecimiento con las actividades que se desarrollan ordinariamente en la Parroquia y comunidades.

Hay alrededor de ochenta comunidades cristianas organizadas, distribuidas en 10 sectores. La mayoría de ellas son pueblos originarios: indígenas y “kilombolas” (término que denomina a las personas afrodescendientes que habitan los quilombos). La juventud es abundante y está deseosa de saber, conocer a Jesús y seguir sus pasos en las diversas vocaciones que hay en la Iglesia. Se necesitan obreros y evangelizadores, pues “la mies en mucha y los obreros pocos”. ¿Cómo no trabajar el tema vocacional en este año tan propicio?

Destacamos el encuentro vocacional del 4 de junio, en el que se reunieron casi doscientos jóvenes que, habían recibido el Sacramento de la Confirmación el 28 de mayo, día de Pentecostés. El encuentro fue en la ciudad de Floresta, sede de la Diócesis, donde pasamos casi todo el día juntos/as. El tema de reflexión fue la vocación en la Biblia y a continuación se realizaron talleres que llevaron a los jóvenes a reflexionar sobre los diversos compromisos que trae consigo el Sacramento de la Confirmación. Un día muy provechoso que tendrá su continuidad en varios encuentros de reflexión bíblica.

El domingo 11 de junio, tuvimos otro encuentro, esta vez en la ciudad de Carnaubeira da Penha, con el tema de “la vocación en la familia”. Un grupo significativo de personas de las comunidades que componen los sectores (alrededor de 50 personas coordinadoras y líderes de las comunidades) participaron del mismo. Quien orientó la reflexión fue una pareja de asesores que, con diversas dinámicas, hizo que el encuentro fuera muy agradable. Quedó claro que la familia es la cuna primera en donde se cultivan las vocaciones”.

Al final del encuentro, el “equipo de asesores parroquiales”, dialogó organizó una formación bíblica continuada, que será acompañada por las Hermanas de la comunidad. Juntos consensuamos algunas fechas en junio, julio y agosto.

Estos encuentros y la formación bíblica son el fruto maduro del camino vocacional que deseamos continuar e intensificar.

Hna. Virma Barion CCV