En este domingo, día 10 de marzo, hemos participado de la Marcha Pacífica por la Paz en la República Democrática del Congo, organizada por la comunidad católica congoleña de Roma. El objetivo de la Marcha fue, además de ser un gesto de solidaridad para con el pueblo congoleño, también denunciar las atrocidades que se están dando allí y clamar por la paz como derecho a ser defendido y protegido, como repite el Papa Francisco.
Vídeo y fotografía de apertura: Jaime C. Patias, IMC, Comunicación General – Roma
El inicio del evento se dio con la celebración de la Eucaristía en diferentes lenguas congoleñas en la Iglesia de la Natividad, en la cual se hizo memoria y se rezó por todas las víctimas de la violencia que asola el país desde hace años, pero que viene se intensificando en los últimos tiempos.
A continuación, salimos por las calles del centro de Roma, con banderas del país y pancartas con mensajes de reivindicación por la intensa explotación de sus recursos naturales por parte de grandes corporaciones económicas, recordando la misma expresión del Papa Francisco “Quiten las manos del Congo”, cuando visitó el país en enero de 2023:
“No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África” es el llamamiento apremiante que realizó Francisco en su primer discurso en Kinsasa, República Democrática del Congo. El Papa pidió dejar de asfixiar el continente, y apeló para que África, “sonrisa y esperanza del mundo” tenga más peso y representación entre las naciones. (haga clic aquí)
En la marcha estuvo presente el Embajador de Haití ante la Santa Sede. Aunque la situación en este país parece diferente, no lo es tanto. Con su presencia solidaria al pueblo congoleño, el embajador hizo presente a su pueblo, que también atraviesa un momento caótico de violencia y dramática desintegración política, social y económica. Y eso, ante la indiferencia de parte de quienes podrían intervenir para revertir esa situación.
Fuimos caminando juntas y juntos hacia la Plaza de San Pedro, donde participamos, con muchas otras personas y grupos, de la oración del Ángelus con el Papa Francisco.
Nosotras, como Vedruna, nos sumamos a esa manifestación de voces, en solidaridad a tantas víctimas de la violencia y opresión que vive el país, de denuncia a la indiferencia que hay en ámbito internacional ante el gran y largo sufrimiento que vive el pueblo congolés. Y también de compromiso, con nuestras comunidades Vedruna en el país, por un mejor futuro para el pueblo, de paz, justicia y fraternidad social.
Acompañar esta Marcha nos hizo sentir la fuerza de todos los que ya han muerto por esta causa. Los presentes estábamos unidos a la gran población que desea la paz y que cada día la conquista venciendo el miedo, ganando su sustento con medios precarios, contribuyendo de esta manera a hacer crecer a los pequeños, a sostenerse unos a otros, siempre con la alegría sencilla del Evangelio.
Justi Sarmiento, Mª Teresa Cuervo, Mª José Meira
