Primeros votos de la H. Maria Júlia en Brasil: «Fue muy importante celebrar con la comunidad el Sí a la llamada que Dios me hace»

Del 5 al 7 de diciembre, en la Comunidad Noviciado VedrunAmérica en Campinas, tuvimos un triduo vocacional en preparación de mis primeros votos, que se celebraron el 8 de diciembre en la parroquia Santa Mônica.

El primer día del triduo lo centramos en el rezo del Rosario y en la llamada a María, que se dejó interpelar por Dios y dijo «Hágase en mí según tu palabra». Fue momento de expresar mi propia vocación y llamada a la Vida Religiosa en la familia Vedruna.

El segundo día fue tiempo de contemplar, de adorar, de encontrarnos con el señor que es fiel. Lo hicimos a través de las cartas de Santa Joaquina y el texto de Mt 6,21: “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”.

En el tercer día involucramos de manera directa a los jóvenes, que pudieron escuchar de mi propia voz el sentido de los votos que iba a profesar, lo hicieron de forma simbólica encendiendo cada vez un cirio.

Llegó el día 8, tan esperado, día de la Inmaculada Concepción, donde expresaría públicamente el SÍ al Dios de la vida. Nos reunimos para celebrar la vida, fe y vocación. Tuvimos una Eucaristía muy bonita y emocionante, donde todas pudimos hacer memoria de nuestra vocación y dar gracias al Señor que nos hermana. Los cánticos, la liturgia y la ambientación, el Rito de los Primeros Votos, todo nos ayudó a rezar. Al terminar la misa compartimos un desayuno con todos los asistentes.

En este día, tan importante para mí, me acompañaron las hermanas de diferentes comunidades de Brasil, Alicia Zanichelli y Clara Schilickmann, provincial y delegada respectivamente, mi tía y prima, hermanas de otras congregaciones y la comunidad cristiana. Para mí fue muy importante celebrar con la comunidad el SÍ a la llamada que Dios me hace.

Tanto los días del triduo como el propio 8, fueron días que viví con mucha muy profundidad y fecundidad donde pudimos celebrar la alegría del encuentro entre nosotras como Congregación y con las demás personas. Doy gracias de manera muy especial a quienes se involucraron en preparar todo con mucho cariño.

La celebración despertó en otros jóvenes la curiosidad de conocer la Vida Religiosa Consagrada, les dejo estas palabras:

“El Señor es fiel a nosotras, sigue llamando a nuestra puerta y quiere que seamos fieles y felices, la Vida Consagrada es un medio que nos ayuda a seguir a Cristo más de cerca y que exige mucho de nosotras, así que mucho ánimo”.

Maria Júlia da Conceição Souza, ccv