Celebrando el legado de amor y servicio: 75 años de presencia Vedruna en Perú y 41 años en Celendín

El pasado lunes 28 de agosto, un emotivo encuentro reunió a hermanas, laicos y amigos de la extensa familia Vedruna en la Casa de los Promotores de Salud, en la provincia de Celendín, en el departamento de Cajamarca, Perú. La ocasión especial fue la celebración de la Pascua de Santa Joaquina, en conmemoración de los 75 años de la presencia de las Vedrunas en Perú y los 41 años de su labor en nuestra querida provincia celendina.

Este hermoso evento se convirtió en una experiencia profundamente conmovedora por la que expresamos nuestro sincero agradecimiento a Dios por la maravillosa familia Vedruna. Joaquina es quien nos ha dado la oportunidad de pertenecer a ella, como Laicas y simpatizantes, con su deseo: “Quisiera abrazar las necesidades de todos los pueblos”, “Ojalá estuviéramos todos abrasados en el amor de Jesús, de manera que pudiéramos encender todo el mundo”. Un carisma y una misión universal de amor, servicio y entrega.

Uno de los momentos más gratificantes de la celebración fue escuchar los testimonios de numerosos hermanos y hermanas de diferentes comunidades, que nos hablan sobre este amor, que ha ido dejando huellas imperecederas de gratitud y reconocimiento a través del trabajo de cada hermana que ha llegado a nuestro pueblo, en la misión de educar, sanar y liberar. Ellas han sembrado el carisma de Santa Joaquina con su propia vida de entrega, trabajo, amor y compromiso, reflejando el amor de Dios por la humanidad en cada contacto, encuentro, acercamiento que realizaron con cada persona y comunidad a lo largo y ancho de todo nuestro territorio celendino. Una labor tan enraizada en el corazón y alma de nuestro pueblo que hasta la hermana Concepción Gosálvez, más conocida como Conce, ha quedado para siempre entre nosotros recordándonos la identidad y el carisma Vedruna.

En este momento nuestra familia Vedruna ha crecido, es rica y variada y abre nuevos horizontes, con nuevas misiones e ilusiones que nos animan como laicos y hermanas a caminar y unir fuerzas para hacer posible el Reino de Dios entre nosotros y sembrar la esperanza de un mundo más justo y humano, como lo soñó y lo hizo Joaquina como mujer, esposa y religiosa.

Maruja Amparo Mestanza Tejada, Laica Vedruna