El 11 de febrero de 2025, la Comisión Internacional de Estructuras se reunió para continuar su trabajo de estudio y discernimiento sobre la organización de la vida y misión de la Congregación. En este encuentro, se abordaron cuestiones clave tanto a nivel global como local, reflexionando sobre la mejor manera de responder a los desafíos actuales desde la riqueza del carisma heredado de Santa Joaquina de Vedruna.
Una mirada integral y un compromiso global
La Comisión Internacional de Estructuras trabaja con un enfoque integral, teniendo en cuenta la diversidad de contextos en los que está presente la Congregación. Este equipo está conformado por una hermana representante de cada continente, lo que permite una visión amplia y representativa de las distintas realidades locales. Además, cuenta con equipos de apoyo en los distintos países, quienes aportan información valiosa sobre las necesidades y desafíos específicos de cada región.
Las reuniones de la Comisión se llevan a cabo de manera mensual, permitiendo un trabajo constante y colaborativo. En cada sesión, se profundiza en el análisis de la situación actual, se evalúan propuestas y se trazan líneas de acción concretas. La mirada está puesta en el futuro, con un horizonte de planificación a diez años, en el que se busca fortalecer las estructuras que sostienen la vida comunitaria y la misión evangelizadora.
Todo ello se hace en sintonía con los criterios establecidos en el XXVIII Capítulo General, que enfatiza la necesidad de estructuras flexibles, abiertas y al servicio de la vida y misión de la Congregación.
Un proceso en camino, abierto a la participación
La labor de la Comisión Internacional de Estructuras es un camino en construcción, abierto al discernimiento comunitario y a la participación activa de todas las hermanas y laicos vinculados a la Congregación. Se invita a cada comunidad a seguir aportando su reflexión y experiencia, contribuyendo así a la búsqueda de nuevas formas de vivir y anunciar el Evangelio con fidelidad y creatividad.
Sigamos acompañando con nuestra oración y compromiso este proceso de discernimiento, para que juntos podamos responder a los desafíos de nuestro tiempo con esperanza y audacia.
