Las señales de VIDA son infinitas en Haití: Una historia de esperanza en medio de la adversidad

Cada año, en la escuela Vedruna en Haití, realizamos una convivencia con los estudiantes de 6º de primaria como despedida de su último año.

Planificamos y vivimos esta experiencia para que los niños y niñas, antes de salir de la escuela, puedan experimentar algo diferente del cotidiano vivir y gozar de la vida, además de conocer otro lugar. Debido a la situación socio política en que está sumergido el país, es el cuarto año que esta actividad la tenemos que hacer dentro de la escuela.

Como dice el refrán “a mal tiempo, buena cara”, por eso no nos detuvimos y aprovechamos estos tres días del inicio de Semana Santa para su realización. Nos trasladamos a la escuela y allí nos quedamos, como si hubiéramos ido a una casa de convivencias, habilitamos salones como dormitorio y preparamos todo con esmero y mucho cariño. 

Fue un tiempo oportuno y muy rico para trabajar temas de formación humana: la estima, la pubertad, la higiene, los valores; enriquecidos con algunos textos evangélicos.

En la convivencia participaron 24 estudiantes, de 25 que son. Una familia por miedo a la inseguridad del país no envío a su hija.

Cada una de ellas y ellos es una vida que queremos cuidar, encendiendo la llama de la esperanza, mostrándoles que es posible vivir con dignidad y que tienen muchas capacidades y habilidades que ofrecer.

Con estos sentimientos nos unimos a Jesús en este triduo pascual de muerte y resurrección. 

Hna. Camila De Jesús, CCV, Comunidad Vedruna en Haití