Perú-Sullana. 75 años de vida entregada: una forma creativa de conocer, recordar y celebrar

Una fecha tan importante como es la celebración de los 75 años de presencia en el país, no puede hacerse de otra manera sino es con sencillez y a lo grande.

Compartimos algunos momentos de las diferentes celebraciones.

Con las comunidades laicales

El 14 de octubre, las y los laicos de las tres comunidades nos reunimos para celebrar. Después de dar gracias por tanta vida entregada, las hermanas Emiliana, Celia y Melania nos invitaron a jugar. ¡Qué sorpresa tan grande!, a través de un rompecabezas, que nos invitaba a poner en común la reflexión realizada, lo armamos y descubrimos así la historia de la Congregación en el Perú, desde la llegada de las primeras hermanas que pisaron suelo peruano. Aprendimos aspectos que desconocíamos de tan bella historia.

Tuvimos también un tiempo de reflexión grupal sobre nuestra experiencia como comunidad laical: logros obtenidos, aspectos a mejorar, elementos a integrar. Terminamos con un delicioso almuerzo donde compartimos aspectos de nuestra vida personal y comunitaria.

Fue un tiempo muy valioso para aprender, recordar y compartir experiencias, saliendo más fortalecidas y seguras de nuestra vocación de seguimiento a Jesús como lo hizo Joaquina.

Marcela Cáceres

Con los equipos directivos de los centros Vedruna: Fe y Alegría Nº 18 y Santa Úrsula

Este grato momento vivido nos permitió compartir experiencias y actividades, olvidándonos por el momento de los cargos. La alegría de compartir con los demás, regocijarse, disfrutar de buena compañía y conocernos nos ayudó a estrechar lazos de amistad, virtud que nos permite compartir nuestras alegrías y tristezas con los demás y fortalecer los objetivos comunes que tenemos como equipos guiados por la Propuesta Educativa Vedruna.

Con este plácido aliciente hemos fortificado el compromiso de continuar en esta ardua y gratificante labor que hemos heredado de nuestra patrona Santa Joaquina.

Faviola Gonzáles

En el Asentamiento Humano Jesús María

La comunidad cristiana del AA.HH. Jesús María, junto con el Voluntariado Vedruna y las tres comunidades del Laicado Vedruna, nos unimos en una emotiva celebración para conmemorar los 75 años de la presencia de las Hermanas en el Perú. Este significativo evento tuvo lugar en la capilla Sagrada Familia, marcando un hito en la historia de esta congregación que ha dedicado décadas al servicio desinteresado y a la labor caritativa en nuestro país.

La celebración de la Palabra fue presidida con solemnidad y devoción por el hermano Andrés Muñoz, miembro de la comunidad. 

A lo largo de la celebración se compartieron testimonios conmovedores de diversas comunidades cristianas, beneficiadas por la labor incansable de las Hermanas. Entre las organizaciones representadas se encontraba el Voluntariado Vedruna, la Juventud Estudiantil Católica JEC, Pastoral de la Salud, Cetpro Vedruna, Laicos Vedruna, Catequesis Familiar, Centros Educativos.

Estos testimonios reflejan la huella imborrable que las Hermanas han dejado a lo largo de los años, resaltando su compromiso con los más necesitados y su dedicación a la educación, la salud y la pastoral. La diversidad de organizaciones presentes evidenció la amplitud del impacto positivo que las hermanas han logrado a través de sus múltiples iniciativas y programas sociales.

La comunidad se unió en agradecimiento y reconocimiento a estas valiosas mujeres, destacando su amor incondicional, su entrega desinteresada y su constante servicio a los demás. La celebración concluyó con un ambiente de alegría y gratitud, reconociendo que su labor sigue siendo un faro de esperanza para muchos en nuestra sociedad.

Andrés Muñoz

En la Iglesia Matriz de Sullana

Celebramos una Eucaristía como cierre de las múltiples celebraciones programadas para esta ocasión.

Concelebraron el párroco de la iglesia Matriz, P. Rolan Castro, y tres sacerdotes amigos, Juan Hernández, Gabriel y Cristian.

En su homilía, el P. Rolan, muy oportuno, recordó algunas anécdotas y valoró el trabajo pastoral de las HH. desde la catequesis familiar, su constancia y entrega le habían ayudado mucho personalmente, dice que “Donde estaban las hermanas el descansaba”.

Organizada por los diferentes grupos, la celebración fue muy participativa.

Terminada la misma, comenzaron las felicitaciones, sorpresas, reconocimiento de caras conocidas provenientes de tan diversos grupos, comunidades cristianas del 9 de Octubre y Sánchez Cerro, profesores, exprofesores, trabajadores de ambos colegios, miembros de las tres comunidades del laicado Vedruna y una comunidad naciente del voluntariado en la zona de Jesús María, amigos religiosos y otros.

Muchos rostros alegres, llenos de agradecimiento a la labor de las Hnas., cuyos nombres desfilaban por nuestra cabeza. Las que ahora estamos, recogemos el fruto de la semilla que, con tanta entrega, otras sembraron en tantos espacios: pastoral, colegios, barrios, promoción, salud, catequesis.

Una exalumna comentó “Ha sido como una fiesta del pueblo, los cantos preciosos, con un estilo diferente, todo hermoso”.

Y de la misa a la mesa, un grupo de profesores con mucho cariño nos brindaron una cena, donde pudimos compartir la alegría de la celebración.

“EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTRAS Y ESTAMOS ALEGRES”

Cdad. Hermanas Sullana