El día 5 de agosto, festividad de nuestra Señora de las Nieves, la isla del encanto se vistió de fiesta al celebrar el 75 aniversario de la llegada de las HH Carmelitas de la Caridad a esta tierra tan querida por tantas hermanas que sembraron la semilla del Carisma Vedruna.
En 1959 las primeras Hnas. españolas, hermanas Irene y Anita González-Quevedo junto a Dolores Aguado, con mochila en mano diríamos ahora, llenas de amor y disposición desembarcaron en nuestro suelo invitadas por el P. Quevedo, para iniciar la universidad de Ponce.
En 1961 la isla fue tocada por Dios cuando se construyó el famoso colegio Vedruna que tanto aportó a las familias puertorriqueñas, y donde las Hnas. se dedicaron a sembrar y abonar la semilla de la enseñanza de Joaquina Vedruna. Comenzaron su tarea con 64 alumnas y su alumnado fue creciendo hasta más de 900. Esta islita pequeña en tamaño, pero de corazones gigantes fue bendecida por la presencia de estas hermanas ágiles y decididas a trabajar en la formación de mujeres en la educación cristiana.
Hoy lo celebramos con mucho orgullo, recordando con tanto cariño a cada una de las hermanas que nos ayudaron a formarnos como mujeres únicas marcando ruta de luz. Cuatro están hoy presentes, Iris Rivera, María del Carmen Robles y Virgenmina y Ada Mirian Rivera, las otras en el firmamento iluminando nuestros caminos.
Iniciamos la celebración, en San Juan de Puerto Rico, con una Eucaristía en el mismo lugar donde funcionó el colegio Vedruna. Para las antiguas alumnas espacio mágico, lleno de recuerdos y mucha vida. La misma estuvo presidida por el P. Feliciano Rodríguez, concelebrada por Fray Moisés capuchino y el P. Jorge Amber, SJ. con carta de hermandad. Las lecturas estaban enfocadas en el amor, ese amor que Joaquina decía que ‘Nunca dice Basta’ y como dicen los puertorriqueños ‘AMOR DEL BUENO’, como el recibido por las hermanas, quienes nos acercaron al amor de nuestro Dios. También estuvieron presentes Hnas. Epifania de la Cruz (Rep. Dominicana), Carmen Migdalia (EEUU) y Marisol Sánchez (Equipo Provincial) y muchas exalumnas. De manera especial se hicieron presentes los equipos general y provincial con sus cartas de saludos a toda la familia para tan grande ocasión. (Pueden leerlas descargando los PDF al final de esta noticia).
Dicen que las fiestas se conocen por las vísperas, por eso el 3 de agosto, la comunidad de Aibonito, fundada en 1979, pequeña comunidad de inserción en un medio popular, con gente acogedora, preparó una emotiva eucaristía como agradecimiento del legado de amor a nuestras comunidades.
Hna. Iris Rivera, CCV nos animó a participar en la celebración y nos recordó que “hoy es un día lleno de alegría y emoción. Es un recordatorio sobre lo valioso del tiempo que compartimos y de lo importante que somos los unos para los otros. Con esta celebración hacemos memoria de cómo llegamos y cómo fuimos dando respuesta a las realidades actuales porque queremos continuar con la cercanía y sencillez que nos ha caracterizado. Es momento propicio para recordar a las hermanas que ya no están físicamente, pero cuya influencia perdura. Cada una de nosotras ha recorrido su propio camino, enfrentando desafíos, celebrando logros. Hoy, esos caminos se cruzan de nuevo, y es como si el tiempo no hubiera pasado. La alegría de ver sus rostros, escuchar sus risas y sentir su cariño es indescriptible.
Aprovechamos este momento para agradecer cada instante compartido y para prometer que, sin importar lo que el futuro nos depare, siempre encontraremos la manera de volver a encontrarnos como familia Vedruna.
Algunas experiencias de lo vivido
Marisol Casas, exalumna
“Fue un momento para compartir, brindis, canciones, bizcocho, canciones y hasta “pleneros” (instrumento de percusión). Sentimos nostalgia, amor, amistad y compañerismo y sobre todo un profundo agradecimiento a las hermanas por dedicar sus vidas al bienestar de los puertorriqueños sin esperar nada a cambio”.
Hna. Mirian Rivera, CCV
La celebración significó mucho para mí. Fue una acción de gracias por el cariño y la participación, un regalo para la congregación por todas las hermanas que aún quedamos (cuatro) y por las que han pasado, la alegría de las exalumnas del colegio Vedruna, y de representantes de casi todas las comunidades donde hemos estado presentes las Carmelitas Vedruna.
Hna. Virgenmina Rivera, CCV
Agradezco de corazón estos 75 años de presencia Vedruna en esta tierra. Recoger la historia vivida en las diferentes comunidades donde hemos estado y compartido. Aibonito, Ponce, Caguas, Narajito, Rio Piedras, Caimito y las obras desarrolladas en el Colegio Vedruna, en el Centro de reeducación Crea, C.E. Joaquina de Vedruna, la Residencia Universitaria, en la misión pastoral, en la formación Bíblica, litúrgica, viviendo el Evangelio y sembrando el Carisma Vedruna. Agradecer a las exalumnas que organizaron la celebración, agradecer los frutos sembrados por tantas hermanas que pasaron por esta tierra y cuya cosecha hoy nosotras recogemos.
Hna. María del Carmen Robles, CCV
La celebración en Aibonito ha sido para mí una experiencia impresionante, ver con el cariño que nos recibieron ese día, aunque ya no vivimos allí, y todo lo que nos habían preparado. La Eucaristía fue muy emotiva y llena de detalles, besos y abrazos. También el compartir con la gente, sin dejar de mencionar el bizcocho, regalos, atenciones. Nunca olvidaré los años vividos en Aibonito, éramos una comunidad de 4 hermanas: Nieves de la Rubiera, Eneida Torres, Haydée Rodríguez y yo, entre otras que pasaron. Una misión inserta en ese pueblo acogedor y sencillo. Nos dedicábamos a la educación en la escuela pública, la visita a los enfermos en el hospital y por las casas, a la formación bíblica, la formación de las comunidades…, en fin, participábamos de la vida de la parroquia de manera muy comprometida y sentido comunitario. Tantos años por esta tierra de Borinquen que puedo decir desde el corazón que me siento puertorriqueña nacida en España.
“¡GRACIAS A TOD@S POR ESTAR AQUÍ Y POR HACER DE ESTE REENCUENTRO UN MOMENTO INOLVIDABLE. ¡QUE LA ALEGRÍA DE ESTE DÍA NOS ACOMPAÑE SIEMPRE!”
Lizzie Corujo, exalumna y Hna. Marisol Sánchez, CCV