El 8 de febrero de 2025, el mundo conmemora una vez más la Jornada Mundial de Oración y Reflexión Contra la Trata de Personas, coincidiendo con la festividad de Santa Josefina Bakhita, símbolo de lucha y esperanza para las víctimas de la esclavitud moderna. Bajo el lema «Embajadores de la Esperanza: juntos y juntas contra la trata de personas», esta jornada convoca a fieles de todo el mundo a unirse en una peregrinación de solidaridad y justicia.
Como Congregación presente en 4 continentes, nos unimos desde nuestros lugares y espacios de vida y misión a esta jornada. Este año lo hacemos con un matiz especial, con la presencia de jóvenes líderes Talitha Kum, que van tomando las riendas en la lucha contra esta lacra tan presente especialmente en el mundo de las jóvenes, adolescentes y niñas/os.

En Perú, y yo, como miembro de la Comisión permanente de la Conferencia de Religiosas/os del Perú, lo hacemos a través de la Red Kawsay (palabra que que quiere decir «vive»). Esta organización está vinculada directamente a Talitha Kum Internacional, así como a la CLAR y a todas las redes de lucha contra la trata de personas, porque los victimarios actúan en red, y sólo desde un trabajo coordinado en red podemos incidir en esta realidad.
Este mes ha sido de mucha actividad para la comisión en el continente y en Perú. Hemos preparado material de la jornada e imágenes de Santa Josefina Bakhita para enviar a muchos lugares del país. Además, en cada lugar se han organizado actividades de oración, sensibilización y formación en torno a la temática del año.
Con las Hermanas de las diferentes comunidades, María del Carmen Hernández y yo realizamos una sensibilización en la asamblea del país, y ellas a su vez lo replicarán en sus lugares de misión. Motivamos, realizamos materiales, comunicamos y encendemos los corazones de cuantos nos vamos encontrando en la vida en misión como parte del equipo coordinador de la Red Kawsay en el país. Además, este 7 de febrero llevaremos a cabo una jornada de oración en Pucallpa, junto al grupo de líderes juveniles. Estará dedicada especialmente a los jóvenes, siguiendo el pedido del Documento Capitular:
“Deseamos que nuestros espacios de misión sean escenarios posibilitadores de encuentro en defensa de la vida, donde se tejan redes con hilos de cuidado y ternura. Queremos abrazar y acoger a niñas que viven en situación de gran vulnerabilidad, en la calle, en orfandad y abandono, víctimas y supervivientes de violencia y abuso sexual, trabajo infantil y trata”
NdN, 20
En medio de este contexto, el deseo es acercarnos al mundo juvenil y adolescente, donde la trata de personas hace mayor estrago, y así puedan convertirse en “Embajadores de Esperanza en un mundo roto por las divisiones, el egoísmo, el deseo de poder y tener”. Queremos convertirlos en portadores de vida y comprometerlos con sus pares para que puedan hacer cada día más una mayor incidencia.
Una palabra para todas las personas quienes lean este artículo:
“tomemos conciencia y comprometámonos con la lucha contra la trata de personas, sabiendo que nuestro aporte es únicamente un granito de arena que unido a otros muchos, a millones alrededor del mundo, hacen una red fuerte que podrá reducir y, ¡quién sabe si finalizar con esta lacra!”
¡DE TI, DE MÍ, DE CADA UNA DE NOSOTRAS DEPENDE! ¡ACTÚA YA!
Hna. Isabel Miguélez, CCV