El 28 de julio, la comunidad de Formación juntamente con el pueblo del que hacen parte una diversidad de agentes pastorales y organizaciones, movimientos Sociales como el MST (Movimiento de los trabajadores/as rurales sin tierra); CEBs (comunidades eclesiales de base); Po (Pastoral obrera); organizaciones comprometidas con la defensa de la tierra para todos/as y otros derechos que favorecen una vida digna, especialmente para quiénes más los necesita.
Con la riqueza de estas experiencias de lucha de la gente, participamos de la 23ª Romería del agua, la tierra y la selva, celebrado en el asentamiento Caique de la ciudad de Porto Feliz (Brasil). Este espacio fue elegido por cumplir casi 40 años de resistencia, luchas y conquistas.
“Las Peregrinaciones a la Tierra surgieron tras el Concilio Vaticano II, que promovió la reconciliación entre el pueblo, la palabra y el altar. A principios de la década de 2000, algunas Romerías comenzaron a incluir también el agua en su ámbito, pasando a ser conocidas como Romerías de la Tierra y del agua” (https://arquifln.org.br/destaques/o-sentido-simbolico-da-romaria-da-terra-e-das-aguas)
Este día estuvo marcado por muchos momentos significativos desde la ida en bus con todos, hasta llegar en al espacio del encuentro, donde fuimos recibidas/os, con mucha alegría y familiaridad.
Se inició con un momento de espiritualidad en la tienda, llena de frutos cultivados por la propia gente. Recibimos algunas banderas señal de la caminada. Escuchamos la Palabra de Dios de Marcos 6: 41-43, el reparto de los panes y los peces, seguido por un compartir ecuménico muy profundo.
Algunos/as jóvenes nos marcaron las manos con arcilla, para recordarnos la tierra sagrada que pisamos, cargada de historias y memorias. Después de compartir un rico desayuno, nos pusimos en marcha con el pueblo, pasando por caminos de tierras, contemplando las plantaciones y toda la naturaleza viva y bien cuidada. Nosotras/os paramos en algunos espacios, para hacer memoria de la necesidad de cuidar urgentemente de la casa común, desde las pequeñas y grandes actitudes. Escuchamos testimonios de personas que sufrieron en su propio cuerpo, prisión y persecuciones, que conocieron de cerca la realidad del conflicto en Palestina, entre tantas otras realidades de nuestros países que están gritando por la paz.
Para finalizar, se ha hecho presente la realidad de nuestros pueblos indígenas, ellos que nos enseñan el bien vivir, a cuidar con armonía y sentido profundo de pertenencia a la casa común, la madre tierra. Estos pueblos que sufren tanto con desigualdades y falta de respeto a sus derechos.
Al volver de ese camino compartimos un delicioso almuerzo preparado con mucho amor y cuidado por la gente.
Regresamos a nuestra comunidad con el corazón lleno de gratitud. Cada una compartimos lo significativo que fue este momento en la vida personal y comunitaria y cómo Dios se hace presente en la sencillez y en las luchas de su Pueblo.
Comunidad de Formación de VedrunAmérica- Campinas- Brasil
