Los días 6 y 7 de mayo, se celebró la asamblea de país en la Cdad. El Carmelo de Caracas, de manera mixta, con la participación de 13 hermanas; 9 presencialmente (3 comunidades) y 4 online (1 comunidad), acompañadas por la Hna. Noeli Massoni.
Un encuentro lleno de alegría y abrazos que recuerdan el sentido de fraternidad y el calor de la familia.
Iniciamos con un ratito de oración dirigido por Hna. Trina Hernández, que, recordando algunas frases y escritos de Santa Teresa de Jesús, nos invitó a pedir al mismo Dios “que no perdamos al Buen Jesús”.
Posteriormente, Hna. María Serrano, delegada del país, dio apertura a la asamblea animándonos a vivir el tiempo que viene como ‘oportunidad’.

Seguidamente Hna. Noelí nos motivó a compartir la vida de las comunidades, con sencillez y confianza. Personalmente fuimos expresando la realidad que hemos experimentado en este tiempo lleno de despedidas de hermanas, de cambios, de diversidad de actividades, de limitaciones, en disminución de HH y fuerzas; al mismo tiempo resaltó el profundo sentido de fe, esperanza, alegría y espíritu de servicio vivido y compartido.
La Hna. María Serrano fue compartiendo diferentes aspectos de la vida de la Congregación en el país. Presentó un resumen del trabajo realizado por el equipo de gestión nacional, destacando los avances en cada centro educativo. Ante las realidades de cada centro educativo nos invitó a tener una mirada de futuro, a cuestionarnos cómo es nuestra solidaridad con el personal, y a vivir como un reto trabajar con los seglares y el Laicado Vedruna en distintas misiones y proyectos a nivel intercongregacional, así como el discernimiento permanente.
Acerca de la reflexión de la Familia Carismática, nos hizo la invitación a participar activamente, así como a integrar a cada grupo con el cual compartimos la Misión Vedruna.
Presentó también el informe que la provincia llevará al Capítulo XXVIII, con las luces, sombras y oportunidades.
Agradeciendo a Dios la llegada de Hna. Carmen Alicia al país y tantos signos de vida, la comida deliciosa, y tantas personas orando por esta Asamblea de país se dio por culminado este primer día de Asamblea.
El domingo con la alegría y esperanza de las mujeres del alba, participamos de la Eucaristía y nos adentramos en la realidad económica del país. En ambiente de reflexión confirmamos la llamada, desde el Evangelio y de la intuición de Santa Joaquina “a vivir del trabajo, buscar el bien común, y ser corresponsables en el cuidado y mantenimiento de los bienes”.
Muchos son los retos que nos quedan, pero también mucho el agradecimiento por tanta vida reflexionada, compartida y proyectada.
Hna. Yasmín Montero, CCV


