En la Amazonía, entre pinceles y paletas, superamos la agresividad

La red rural de Fe y Alegría n°72- Pucallpa, que desarrolla sus actividades en la selva baja del Perú, se dedica a formar y capacitar ciudadanas/os, a través de la educación de calidad, para transformar sus comunidades o caseríos. En su acción pedagógica refuerza la formación docente, el acompañamiento pedagógico integral, la educación intercultural bilingüe y la ecología integral.

Durante el acompañamiento pedagógico a los/as docentes de la I.E. de la Comunidad Nativade Santa Martha sedetectó en los/as estudiantes de 5º y 6º grados del nivel primario, desinterés y un comportamiento violento, que les impedía concentrarse para recibir sus enseñanzas.

Ante esta realidad, el equipo pedagógico tomó la decisión de buscar una alternativa de solución a esta situación y pensó que el arte pictórico podría ayudarles. Contactaron con la amiga y profesora Liz Tania Díaz Velaque, de manera voluntaria, aceptó ayudar a estos estudiantes ofreciéndoles unos días de talleres.

Liz Tania ha encontrado en la pintura no sólo una forma de expresión personal llena de emociones sino también una herramienta poderosa para impactar positivamente en la vida comunitaria y/o en las Instituciones Educativas. Su arte plástico refleja la realidad social y emocional de los niños y niñas. Su compromiso va más allá de la pintura, extendiéndose a talleres educativos y sociales que utilizan el arte como herramienta terapéutica y de empoderamiento.

Durante 3 meses, un día a la semana, logró captar en los alumnos los deseos de aprender, interés y receptividad a las actividades propuestas, logrando que mostraran y desarrollaran sus habilidades artísticas.

En sus trazos se puede observar el orden y los deseos de superación, así como también desorden, agresividad y rebeldía.

A medida que avanzaron los talleres, se ha podido evidenciar en los/as estudiantes el manejo del espacio, el dominio de la técnica de pintura, el gusto para aprender, el desarrollo de la creatividad, el amor por el arte, la esperanza para seguir confiando en ellos mismos y la resiliencia.

Además, a través de sus pinceles y paletas han dejado un legado de belleza y compromiso social en la Institución Educativa.

Con este trabajo afirmamos, una vez más, que el arte es un medio de desarrollo emocional para la superación y transformación de sus vidas y crear un impacto positivo en la sociedad.

Agradecemos a las hermanas Carmelitas de Vedruna por el apoyo económico que nos permitió contar con los materiales adecuados para que los/as estudiantes realizaran sus trabajos.

                                                                            Carlita Saavedra G., acompañante pedagógico