El 16 de abril de 1783 era Miércoles Santo, talmente como en 2025, hace 242 años, cuando nació Joaquina de Vedruna y Vidal. Sus padres, Lorenzo y Teresa tuvieron una gran alegría.
Fue bautizada el mismo día, en su parroquia de Santa María del Pino, por el Rvdo. Onofre Artigas. Le impusieron los nombres de Joaquina, Francisca de Paula y Antonia. El padrino fue el presbítero y maestro de capilla de la catedral, Don Francisco Queralt
Seguro que estarían presentes en la ceremonia sus hermanos: Ramon de 11 años, Josefa de 10, Teresa de 8 y, tal vez, Francisca que tenía 4 años. Se preguntaban, como es costumbre, “¿Qué será esta niña?”. Joaquina era la quinta hija del matrimonio; después vendrían Joaquín, Mariana y María.
Joaquina estuvo muy vinculada a lo largo de toda su vida a la parroquia del Pino. Aparte de la asistencia a la misa dominical, figura en un libro de comuniones de 1796, en tiempo pascual, juntamente con los padres, hermanos mayores, su hermano menor Joaquín, y las dos muchachas de servicio. Seguramente era la primera vez que comulgaba. En aquel tiempo no había fiesta social, sí la del corazón.
El 24 de marzo de 1799, domingo de Pascua, Joaquina de Vedruna se casaba con Teodoro de Mas. Sabemos que los suegros no asistieron porque no aprobaban el enlace. Sin duda. eso debió entristecerla. Al cabo de tres semanas cumpliría dieciséis años.
Los hijos nacidos en Barcelona eran bautizados en la catedral, pero el 27 de mayo de 1815 murió su hija Joaquina, de ocho años, y en la parroquia del Pino tuvieron lugar las exequias y el entierro. El cementerio se hallaba donde actualmente se encuentra la plaza de San José Oriol, en un lateral exterior a la basílica.
Nueve meses después, el 4 de marzo de 1816, moría su marido, Teodoro de Mas. También en el Pino se hicieron los funerales, aunque sus restos se trasladaron a Vic. Joaquina tenía entonces 32 años. Pasados dos meses falleció su madre, Teresa Vidal, y nuevamente en el Pino tuvieron lugar las exequias.
Entrando en la iglesia, a la derecha se encuentra la capilla dedicada a la Virgen de los Desamparados, talmente como era en aquel tiempo. Las siguientes palabras, dirigidas a Jesús, bien podría pensarse que, de forma semejante, Joaquina las diría a su Madre, la Virgen, ante esta imagen, cuando acababa de perder a su marido y tenía a su cargo seis hijos entre 16 y 1 año escaso.
¡Ay!, Jesús mío, vos sabéis lo que yo os pido para todos mis hijitos; por tanto, confío que no miraréis mi flaqueza, sino el deseo que hay en mi corazón, que es vuestro. Soy madre, y como tal imploro de vuestra piedad que vos, como nuestro Padre amoroso, escucharéis mis clamores. (Ep. 35)
Actualmente, en la parte izquierda, la capilla más próxima al presbiterio está dedicada a Santa Joaquina.
Hna. María Teresa Llach, ccv
Imágenes cortesía de ©Basílica de Santa Maria del Pi