« Lo que esperamos es un cielo nuevo y una tierra nueva «. Como nuestros antepasados, vemos el Adviento como un tiempo de preparación para el nacimiento corporal de Cristo, un tiempo de expectación, esperanza y alegría.
En Laudato Deum, el Papa Francisco hace un llamamiento a una profunda conversación ecológica. Hay una similitud entre el Evangelio de la segunda semana, que también pide un bautismo de conversión. Esta vez el Papa insiste en la urgencia de la conversión ecológica, porque quiere que seamos capaces de limitar el cambio climático en curso.
Si no tenemos cuidado, corremos el riesgo de destruir el mundo y la vida humana, y Él no cree que nuestras relaciones sean lo suficientemente buenas todavía. Los más vulnerables serán las primeras víctimas, es decir, las personas que no pueden defenderse, que no tienen muchos recursos, serán las primeras víctimas y todo nuestro comportamiento está ligado a ello. Esto repercute en el medio ambiente. Que el hombre, hoy, ocupe el lugar de Dios. Este es el mayor peligro al que se enfrenta la humanidad hoy en día.
Nuestro documento habla de: Nacer de nuevo
Para nacer de nuevo como Nicodemo, la vida en el espíritu nos lleva más allá de lo que consideramos nuestro, más allá de lo que experimentamos como habitual, más allá de lo que ya conocemos y más allá de lo que damos por supuesto.
- Caminar bajo la influencia del espíritu de Jesús nos exige revivir esta actitud de discernimiento en nuestras opciones cotidianas.
- Esto significa recrear y ampliar nuestra forma de mirar y escuchar. Pasar de lo superficial a lo profundo, porque Dios se manifiesta en la realidad personal, comunitaria y social.
Sinodalidad :
Comunión, participación y misión.
Esta ruta cuenta la historia de cómo caminan juntos la palabra de Dios y las personas que le prestan su atención y su fe. La Palabra de Dios trabaja con nosotros.
Y es verdad que el Espíritu Santo nos necesita. Escuchadle escuchándoos los unos a los otros. No dejes a nadie fuera o detrás.
Nuestra realidad
Nos preocupa profundamente este mensaje, dado que nos comportamos como si no hubiera peligro, a pesar de que ya estamos sufriendo los efectos del cambio climático. Hace mucho calor, pero seguimos comportándonos de forma muy irresponsable, incluso en nuestras comunidades. Seguimos gestionando muy mal nuestra basura, como las botellas de plástico, las bolsas y otros objetos que tiramos desordenadamente. Esto tiene un impacto negativo en el medio ambiente y en todo nuestro planeta. Así pues, estamos llamados a la conversión. Ahora nos toca a cada uno de nosotros ver qué medidas podemos tomar a nivel personal y comunitario para garantizar que todos contribuimos a esta conversión ecológica.
Lectura de esta semana :
» Preparad el camino del Señor «
Bautismo de conversión y bautismo en el espíritu.
Reconocimiento de nuestros pecados.