Cristina Inogés: escuchar al Pueblo de Dios en el proceso Sinodal

En el número 35 de la revista Diálogo y Encuentro, dedicado a la sinodalidad, tuvimos el honor de entrevistar a Cristina Inogés.

Cristina Inogés, nacida en Zaragoza, es una mujer católica. Estudió teología en la Facultad protestante de Madrid, SEUT, y está comprometida en muchas realidades eclesiales. En este momento tiene un papel relevante en el desarrollo del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, formando parte de la Comisión Metodológica de la XVI Asamblea General Ordinaria.

Durante diez años (2004-2014), colaboró con la Facultad de Teología de Gotinga (Alemania), participando en las publicaciones online. Actualmente colabora en Lecturas diarias, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (Argentina).

Ha publicado numerosos libros y artículos en diversas revistas, como Vida Nueva, Revista 21, Donne, Chiesa, Mondo –suplemento femenino de L’Osservatore Romano–, La Razón, y Revista Ecclesia.

En esta conversación exploramos la importancia de escuchar diversas voces y caminar juntos en este momento de renovación eclesial. A lo largo de la entrevista, se destacan los desafíos y esperanzas que acompañan a este proceso sinodal, especialmente en lo que respecta a la inclusión y el papel de las mujeres en la Iglesia.

Le agradecemos que haya aceptado compartir con nosotras su experiencia sinodal, la visión que ella tiene de la Iglesia en este momento histórico de renovación y los pasos que se van dando en el reconocimiento de la mujer en la Iglesia.  


DYE: ¿Cómo se siente una mujer entre tanto varón eclesial, que siempre han manifestado una cierta superioridad?

Poco a poco van cambiando algunas actitudes. Me siento bien porque, sobre todo, lo importante en este momento, es el Sínodo de la sinodalidad.

El pueblo de Dios no son solamente los ‘varones eclesiales’, es mucho más amplio. 

DYE: ¿Qué podrías compartir de tu última experiencia en el Sínodo?

La primera Asamblea de las dos que va a tener este Sínodo, la verdad es que ha resultado muy interesante. Se ha visto claramente que la Iglesia es ese poliedro del que habla Francisco. 

El ambiente de trabajo fue bueno y, lo más importante, es que hubo mucha escucha que se ha demostrado fundamental en la reconstrucción de la Iglesia sinodal.

Poder hablar directamente con personas de otras culturas, saber de sus inquietudes, miedos, esperanzas, convicciones… Escucharnos todos, y juntos escuchar al Espíritu, fue verdaderamente una experiencia profundamente impactante.

DYE: Nos imaginamos que no todo fueron diálogos fáciles. ¿Cómo superasteis las dificultades? 

Con esa conversación en el Espíritu. Allí no se trataba de ‘mi idea’, mi Iglesia’, ‘mi comunidad’..- Se trataba de la Iglesia universal y esa metodología de trabajo ayudó mucho.

DYE: ¿Podíais contar con la presencia del Papa Francisco? ¿Hablaste personalmente con El? 

Cuando trabajábamos en los círculos menores –los grupos de trabajo- Francisco no estaba. Él venía cuando había ‘Congregación General’ que es cuando cada círculo le cuenta al resto de la Asamblea los acuerdos alcanzados en el tema que cada uno trataba. Francisco siempre fue muy respetuoso y habló dos veces. Siempre llegaba con mucho tiempo para que pudiéramos acercarnos y hablar con él, hacernos fotos…

Sí, pude hablar con él algo más de rato una tarde que llegó con más tiempo del habitual y yo estaba en el aula Pablo VI, casi sola. Fue muy interesante.

DYE: Todas somos conscientes de que no “lo tiene fácil”. ¿Podrá seguir llevando adelante la reforma de la Iglesia a pesar de su delicada salud?

Pues eso habría que preguntárselo a él… 

DYE: ¿Qué nos dirías para el próximo trabajo que tenemos del Sínodo?

Es muy importante trabajar el documento que ha salido de la Asamblea porque lo que cada grupo sinodal aporte será con lo que nosotros volvamos a trabajar en octubre de este año. 

Además, seguimos disfrutando de la oportunidad de que nuestra voz se escuche y, sobre todo, de ser capaces de llevar la voz de los más desfavorecidos y apartados de la Iglesia.

Tenemos que entender que en la Iglesia sinodal todos tenemos algo que aportar desde nuestra experiencia y, sobre todo, hacer realidad ese clarísimo mensaje que lanzó Francisco en la JMJ de Lisboa, cuando dijo que en la Iglesia “caben todos, todos, todos”. Un mensaje que, por otra parte, es totalmente evangélico.

DYE: ¿Crees que las redes son importantes en nuestra sensibilización y conocimiento de la realidad social y eclesial?

Las redes están tan polarizadas como la sociedad y la propia Iglesia. En este momento es muy difícil que las redes provoquen ‘sensibilización’ ante ningún tema, porque cualquier asunto que se comparta en las redes, se convierte en un campo de batalla.

Cuando se entra en las redes y se lee algo, hay que ir a medios y fuentes que sean fiables porque hay pocas ‘opiniones personales’ que sean equilibradas.

Hay que alejarse de los titulares y basar toda una reflexión en ese titular, e ir a lo esencial. Estamos asistiendo a la batalla campal que han provocado los comentarios sobre “Fiducia supplicans” en lugar de ir al documento que es claro como el agua.

DYE: Gracias Cristina por todo tu caminar comprometido y no siempre, comprendido.

Gracias por vuestro interés en el Sínodo.


Esta entrevista forma parte del número 35 de nuestra revista Diálogo y Encuentro, dedicado al tema de la sinodalidad. Puedes descargarla y leerla entera aquí.

Recordamos que el próximo mes publicaremos nuestra nueva edición de la revista, donde exploraremos el tema de la mujer en la Iglesia. ¡Les invitamos a estar atentos y a seguir reflexionando con nosotras sobre estos temas fundamentales!