Crónica 3 de la visita del Equipo General a la Provincia de África

Entre noviembre de 2024 y enero de 2025, las hermanas María Teresa Cuervo y María José Meira (Dedé) viajan en representación del Equipo General a la Provincia de África. 

A continuación compartimos la crónica de su viaje, entre los días 25 de noviembre y 2 de diciembre. 


Tercera parada: Togo

Lomé

El lunes 25 de noviembre viajamos desde Gabón a Togo. Allí nos acercamos a la realidad de Lomé, su capital, conociendo y compartiendo la vida, en actitud de reverencia y escucha, intercambiando miradas y visiones en clave de sinodalidad y de liderazgo compartido. También fue una oportunidad de tomar contacto con el proceso de recreación del Carisma Vedruna en esa realidad.

Nuestra comunidad está ubicada literalmente dentro del mercado del barrio Hanoukopé, zona periférica y considerada marginal en la ciudad de Lomé. 

La misión primera es acompañar y gestionar el Centro Kekeli de protección infantil. Es una obra de la Congregación que, desde noviembre de 2006, acompaña a los niños y niñas víctimas de violencia y abusos sexuales en Togo, así como a los niños trabajadores de Lomé, ofreciéndoles los medios para rehabilitarse y desarrollarse plenamente. 

Sus objetivos, en concreto, son: 

  • Fortalecer la prevención de todo tipo de abuso/maltrato infantil, en particular las peores formas de trabajo infantil y violencia sexual y abuso infantil entre la población infantil y adulta de Togo.
  • Ofrecer atención y apoyo integral a las niñas víctimas de violencia y abuso sexual en la comuna de Lomé y las regiones marítimas, niños trabajadores y/o víctimas de movilidad en el mercado de Hanoukopé, niñas víctimas de trata transfronteriza y niñas en riesgo.
  • Fortalecer las alianzas técnicas, financieras y sociales, la participación en redes para acciones de incidencia en colaboración con otras instituciones gubernamentales y no gubernamentales, así como la visibilidad del Centro. 

En nuestra visita, conocimos todos sus espacios, conversamos con las personas que trabajan allí, y fuimos recibidas por un alegre baile de bienvenida de las madres que ayudan en el centro.

Durante los días en Lomé, pasamos tiempo con nuestra comunidad de hermanas: Gabrielle Muntukwaku, Sylvie Kibikula, Lucie-Anne Mulata y Hermine Mutshili. Dos de ellas, Hermine y Sylvie, están cursando estudios universitarios, en educación especializada y en servicio social, respectivamente. También compartimos con las tres jóvenes que están haciendo la etapa de Mutuo Conocimiento en la comunidad: Eleanor, Colette y Anne Marie. 

Nos llenó de alegría participar en la celebración de los votos perpetuos de la H. Agnes Agbegnigan: es la primera hermana togolesa de la Congregación. Su familia también asistió: sus padres desde su pueblo Atakpamé y sus hermanas y hermanos que viven en Lomé.

En Lomé visitamos la parroquia del barrio, dedicada a San Antonio de Padua, de los Franciscanos (OFM). La parroquia incluye una iglesia, un centro de pastoral, una escuela y un tanatorio. Allí compartimos con los frailes franciscanos, en su celebración de la fiesta de Cristo Rey. Nuestras hermanas acompañan la pastoral en la parroquia, especialmente la catequesis, jóvenes y liturgia. Volvimos a maravillarnos con el encuentro de la comunidad después de la misa. 

Tuvimos la oportunidad de conocer al Obispo de Lomé Mons. Isaac Jogues Gaglo, y al párroco de Atakpamé, la parroquia del pueblo de Agnes, P. Jean.

Algunos aspectos que nos han llamado la atención durante estos días han sido: 

En todo el entorno de nuestra casa los niños y las mamás hacen la vida en la calle, duermen en el suelo, no conocen en su experiencia lo que es un colchón, cama, mesa para comer, cubiertos…

  • La pobreza y vulnerabilidad que vive la gente del barrio Hanoukopé es “una pobreza que duele”, por las precarias e indignas condiciones en las que viven. El otro lado de esta misma realidad, es que viven una intensa vida comunitaria, de lazos familiares hincados en la mutua solidaridad y entreayuda que permite resistir y fortalecer la resiliencia comunitaria en la dura lucha de la vida.
  • La música, los ritmos, el baile forman parte del ADN de este pueblo: son muchas las manifestaciones en este sentido.
  • Las vestimentas son bien cuidadas, predominando los colores muy vivos y estampados con fuertes y brillantes motivos, especialmente de las mujeres, pero con relativa frecuencia también de los hombres, de todas las edades. Los lienzos que las mujeres llevan en la cabeza forman, en general, un hermoso conjunto con el vestido, las sandalias o zapatos y los bolsos.
  • La figura de la autoridad es especialmente respetada y reconocida. Una forma peculiar es hacer una reverencia ante la persona investida de poder, como símbolo de reconocimiento de su poder o autoridad.
  • En la parroquia del barrio hay tres misas diarias por la mañana, a las 5, 6 y 12 hs y, en todas ellas, hay mucha participación de la comunidad cristiana. En las dos primeras misas se reza antes la oración de laudes de la Liturgia de las Horas. La mayor parte de los salmos e himnos son muy bellamente cantados.

Las demás crónicas ya están disponibles: