El 17 de junio de 1949 llegaron al puerto de Kobe seis hermanas Vedruna españolas, después de varios trayectos: de España a China, de China a Filipinas, y de Filipinas a Japón. Por ello, en 2024 celebramos el 75 aniversario de esta llegada, junto con los 70 años de la Fundación del Colegio Aitoku. En mayo de 2024 tuvimos la visita de las hermanas del Equipo General, y después de las hermanas de Ain Karem, dando así comienzo al Año Jubilar.
Desde entonces, nosotras hemos celebrado un año de Acción de Gracias por la historia conducida por la Providencia de Dios en la Misión Evangelizadora en esta tierra del Sol Naciente.
La Celebración Eucarística de cierre del Año Jubilar aconteció el día 14 de junio de 2025, con la presencia del Obispo Auxiliar de Osaka-Takamatu, D. Paulo Tosihiro Sakai y ocho sacerdotes de las parroquias donde trabajan las hermanas. Contamos también con la presencia de muchas personas de varias parroquias, alumnas y exalumnas, profesores y funcionarios de nuestro Colegio y de Parvularios. El ambiente era familiar y muy intercultural, gracias a la presencia de hermanas y profesores de diversas nacionalidades.
Los días 15 y 16 de junio nos reunimos para la Asamblea Provincial, con la participación de tres hermanas de Taiwán y dos hermanas que están empezando la misión en China. Entre muchos temas, hicimos el discernimiento del Acuerdo Nº4 del Documento Capitular Nacer de Nuevo, sobre la nueva organización de AMA (Animación Misionera de Asia) en la “Conversación en el Espíritu”. Es un tema muy complejo y difícil, pero confiamos en Dios, que su Espíritu nos va iluminar y conducir, y nos dará las nuevas fuerzas y coraje para empezar un nuevo tiempo en nuestra misión en Asia.
El día 17, la fecha exacta en la que se cumplían 76 años de la llegada de las hermanas a Kobe, fuimos a rezar al cementerio de Kabuto Yama, un lugar maravilloso, donde están sepultadas 21 hermanas que dieron sus vidas por el Reino de Dios, como seguidoras de Santa Joaquina de Vedruna. Así terminamos el nuestro Encuentro Anual, muy contentas y agradecidas con un día de sol, como señal de la bendición de Dios Trinidad.
Hna. Mitsue Shirahama, ccv












